El marketing “moderno” recopila las buenas prácticas para acercarse a un consumidor con un perfil más digital, social y conectado. Según esto el cliente ya no es el mismo que solía ser, por lo que el marketing debe adoptar otras estrategias para tener éxito en esta aproximación.
Nos plantea que, la innovación son dos aspectos fundamentales para crecer en el competitivo mercado en el que nos encontramos, que ahora más que nunca, hay que tomarse muy en serio la frase de “Innovar o morir”, aunque la frase original realmente sea “Renovarse o morir”. Las empresas han aumentado el peso de la innovación en sus presupuestos de marketing, pero nadie tiene claro qué es exactamente innovar o morir.
Es una de esas premisas que funcionan como guía sobre qué deberían hacer las empresas y una que los marketeros aplican a su día a día y a su estrategia. La innovación se ha convertido, de hecho, en una obsesión que se reposiciona como destacada cada vez que, por ejemplo, las empresas deben enfrentarse a una situación de crisis. La innovación se asienta así como una palabra mágica a invocar cuando se intenta salvar el futuro de una compañía y reposicionarla de forma solvente. Es en lo que se debe trabajar, es la lección que sacar, y es lo que se debe priorizar en la inversión.
Partiendo de las opiniones de los líderes de marketing de Norteamérica, Reino Unido, Francia y Alemania. Se concluye que la innovación se lleva ya más del 20% de los presupuestos de marketing y es cada vez más “importante”. "Como agilidad, el término innovación se ha convertido en ubicuo en el lenguaje del negocio moderno", asegura Ewan McIntyre, co-líder de investigación y vicepresidente en Gartner.
Esta ubicuidad no ha asegurado que las cosas se estén haciendo estupendamente bien. "Hay un desencuentro significativo en qué significa realmente innovación", afirma McIntyre, y alerta que ”No comprender qué significa innovación tiene consecuencias que impactan en el alcance, la intención y los resultados de las actividades" de las empresas.
Como ejemplo de que, en ocasiones, la consistencia de marca es más poderosa que la optimización y la actualización constante, encontramos a Bic, una compañía que desde la simple fabricación de bolígrafos, ha sabido ocupar y mantener un lugar privilegiado en el mercado y convertirse en toda una institución.
Esta compañía francesa fundada el 25 de octubre de 1945, es conocida por hacer productos desechables de bajo costo, entre ellos encendedores, bolígrafos y maquinillas de afeitar. Por su puesto el bolígrafo Bic Cristal, fue el primer producto de la compañía.
Bic Cristal, también conocido como bolígrafo Bic, en su momento revoluciono el mundo delbolígrafo con la famosa bolita en la punta del mismo, que permite regular mucho mejor el flujo de tinta, pero, lo que permite a BIC crecer como la espuma fue el concepto de producir bolígrafos desechables, de un solo uso que, una vez consumida su tinta, exige comprar otro. Para aquella época, donde un instrumento de escritura duraba años, supuso una revolución. Y, de hecho, actualmente, el diseño industrial del Bic Cristal es parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Además de eso, Bic sumó a un gran producto una buena política de comunicación. Su publicidad siempre ha mantenido la coherencia con su producto: simple, directa y de calidad. Se recuerda especialmente un spot publicitario de los años 80 que anunciaba sus dos tipos de bolígrafo: el bic naranja y el bic cristal. Un spot con musicalidad, claridad, reiteración de conceptos básicos y repetición hasta la saciedad de la palabra “Bic”. Ideal para fijar en tu memoria un producto que debía estar siempre en tu escritorio.
Hoy en dia BIC, continúa siendo una empresa familiar y líder mundial en la venta de artículos de papelería, encendedores, afeitado y productos promocionales que cotiza en la bolsa de París. El éxito de BIC destaca en la simplicidad de sus productos, identificando el ingrediente que los hizo triunfar para seguir haciendo productos exitosos y que actualmente perduran en el tiempo.
Podemos observar que aún después de 76 años, siguen siendo fieles y consistentes con aquello que su marca promete, bolígrafos funcionales y accesibles. Siguen aportando un valor claro y diferencial que consigue satisfacer a sus clientes, no precisamente por su renovación si no por su consistencia de marca como estandarte.